Me llamo Mariam Bustto. Soy activista social en muchos ámbitos, pero mi campo de batalla más fuerte siempre fue y sigue siendo la educación.
En Paraguay, los niños, niñas y adolescentes en edad escolar que se encuentran fuera del sistema educativo, pueden llenar hasta 7 veces el Estadio Defensores del Chaco, pero ¿cuál es el motivo? El principal factor de esta problemática es la pobreza existente que muchas veces coloca a las familias en la posición de elegir entre comer o estudiar, orillando a los niños, niñas y adolescentes a ser expuestos a la explotación infantil.
Otra causa frecuente que tiene como consecuencia la exclusión educativa es la poca accesibilidad a las instituciones, ya que deben caminar kilómetros día a día si en sus familias no cuentan con movilidad propia, siendo las zonas rurales las más afectadas.
La discriminación sigue siendo la causa principal. Necesitamos un sistema educativo inclusivo con docentes preparados para enseñar según las necesidades de cada alumno, sea por alguna condición, discapacidad o etnia indígena—que estos tengan la posibilidad de ser educados en su lengua—sin dejar de mencionar la discriminación por identidad de género u orientación sexual por sus propios pares o, muchas veces, por docentes y directivos.
Pero esto no es todo. El embarazo adolescente, las adicciones, la falta de interés, los problemas de salud, entre otros, son causantes que traen como consecuencia la exclusión. Sí, la educación es un derecho humano fundamental según la Constitución Nacional del Paraguay. Sin embargo, la realidad es que, para acceder a este derecho, debes tener ciertas características privilegiadas y no las que hemos citado con anterioridad.
Entonces, si la educación es un derecho humano fundamental, ¿por qué solo algunos acceden a ella? Siendo este un importante motor del desarrollo social y una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida.